26

Tan solo una hora para resumir  365 días de aventuras, de sentimientos, de cosas que nos hacen dudar, de gente que nos abraza en la distancia y de amigos que nos hacen fuertes con sus palabras.  El 25 fue un año importante, de cambios, de sueños cumplidos, de lugares comunes que se volvieron posibilidades, de nuevos pasos, de nuevos vuelos, de abrazos de personas que llegan a tu vida en el momento justo.

Quise escribir algo para celebrar el año que he vivido,  he tenido de todo, horas buenas, horas no tan buenas, días difíciles, semanas increíbles y noches con estrellas desde el otro lado del mar. Compré mi primer coche y lo vendí a  los 5 meses jajaja, descubrí que la vida, a pesar de lo que pensemos, tiene un plan, aprendí que no me conozco lo suficiente para estar solo y que la peor soledad es aquella que nos hace aferrarnos a todo menos a nosotros mismos.  Descubrí que la burocracia no es tan mala en mi país, que no puedes tratar de llevar todo lo indispensable para un viaje en dos piezas de equipaje y no darte cuenta que lo único que necesitabas era saltar, sin miedo, sin más, el resto llega y si no llega lo puedes comprar, conseguir o permutar.

Descubrí el poder de un te quiero  y, mejor aun, fui y soy  testigo del cariño que siempre me ha rodeado; entendí  lo importante que es escuchar a la gente cuando tiene algo que contar, aprendí a decir las cosas en su tiempo y comprendí  que  la peor decisión es aquella que no se toma, que se deja al azar.  Es difícil resumir un año de vida en palabras, aveces hay cosas que solo se pueden decir con un abrazo, con un beso, con una sonrisa.

Aprendía cocinar!! y ahora disfruto de hacerlo, y más si estoy acompañado. Camino, a todas partes camino y lo disfruto, aprendí a esquiar y de que manera!

Ahora se que hay muchas más maneras de comer las lentejas y los frijoles,  y  entendí que la vida, como cualquier comida, sabe mejor compartida. 

Perdí todos mis vuelos, todos mis planes, en el peor momento, entendí lo que significa valor, tome un vuelo sin nada seguro,  subí a un tren para llegar a una isla.

¡Aprendí italiano! y cuando más perdido estaba la vida me rodeo de abrazos y familia.

Hoy despido mi año, cierro mis 25 y comienzo estrenando mis 26.

Gracias a cada una de las luces que iluminan mi camino, a las que permanecen y a las que solo estuvieron en el momento justo, espero que su vida este llena de luz igual que la mía:

 ¡¡Ya es hoy!!!
¡¡ Buenos días pajaritos!!
¡¡ Felices 26 !!